De toros y perros

Un border collie que no pastorea o un mastín que no tiene nada que proteger no son perros completos. Fueron creados para trabajar, y si no pueden trabajar… serán infelices y tendrán problemas en el futuro.

Así suele comenzar un mensaje muy extendido sobre las razas y sus necesidades.

¿Los perros «herramientas» (así les ven muchas personas) se han seleccionado artificialmente por parte del humano para facilitar el desempeño de diferentes tareas? Sí. Es decir, a través de selección una selección artificial, se van buscando ejemplares que muestran predisposición para hacer determinadas cosas. Hasta aquí, todos de acuerdo.

El perro taxista, un nuevo perro de trabajo

La pregunta del millón es… ¿crees de verdad que en esa selección artificial se ha tenido en cuenta lo que le viene bien al perro, o lo que pueda disfrutar haciendo esas «tareas»? Pregunto esto, porque bajo el precepto de «fueron creados para ello», se asume automáticamente que «necesitan hacerlo». Llamadme escéptico, pero me suena igual que cuando se habla de la naturaleza de los toros y las corridas… Al igual que el toro no necesita ser toreado para ser feliz, ni lo necesita sin más, el perro no necesita «trabajar» para sentirse completo.

En la selección del toro, asumo que se buscan ejemplares más propensos a embestir (por lógica, no estoy puesto en el tema). En dicha selección, entiendo que se señalan animales con mayor miedo a humanos, ejemplares más sensibles, con mayores reacciones defensivas que tengan como consecuencia esos «ataques» (que no dejan de ser una defensa ante ese humano que tiene delante que no para de atosigarle).

A día de hoy, creo que está más que entendido que los toros sienten, los toros sufren, y los toros no quieren estar en medio de una plaza y que les claven cositas hasta matarles. Hemos acabado entendiendo que el toro NO NECESITA nada de eso, a pesar de haber sido seleccionado. Se entiende que un toro será muy feliz en un gran prado verde donde vivir tranquilo sin embestir a nadie (recomiendo ver la película «Ferdinand» con vuestr@s hij@s o incluso a sol@s).

Pues resulta… que con los perros ocurren lo mismo. No se han seleccionado pensando en su bienestar y felicidad. Se han seleccionado para facilitar la vida del humano. Fin.

Esto tiene como consecuencia que porque un perro emita determinadas conductas con facilidad, no significa que lo necesite ni lo disfrute. Si un humano quisiera proteger un terreno, podrá contratar a una empresa de seguridad o alarma (lo ideal), o como ocurre hoy en día… seleccionar a un perro para tal fin (el perro «herramienta»). ¿A qué perro va a seleccionar? Muy fácil, un perro introvertido, sensible, que reaccione al movimiento y ruido, que no se haya socializado bien en etapas críticas, y tenga miedo a lo desconocido. Sin hacer nada más, ese perro reaccionará a todo lo que se acerque a donde esté. ¿Crees que este perro disfruta? ¿Crees que lo necesita? ¿Crees que le viene bien? No hace falta ni responder.

No es siempre así que conste. Es decir, un perro sí que puede disfrutar realizando una actividad como pudiera ser portar un objeto. Simplemente pido que analicemos bien, y no demos por hecho que porque lo haga fácilmente es sinónimo de necesidad o placer.

En definitiva, los perros se han seleccionado artificialmente por los humanos para cubrir determinadas «necesidades». Ahora bien, esa selección desgraciadamente no se ha realizado pensando en LO QUE NECESITA EL PERRO, sino en LO FÁCIL QUE SERÁ PARA EL HUMANO HACER EL TRABAJO. Y ahí está la principal diferencia. Que sea más fácil que lo hagan no significa de manera automática que les guste hacerlo, ni que lo necesiten.

En la próxima entrada profundizaremos un poco en esa carga genética, y su impacto real en el perro. ¡Estáte atent@!

Y tú, ¿qué opinas de todo esto? ¡Te leo en comentarios!

Deja un comentario