
No es lo mismo comer dos trozos de tarta por decisión propia, que «nos prohiban» comérnosla entera.
No es lo mismo no robar por ética, que no robar por las cámaras de seguridad.
No es lo mismo…
¿Por qué contamos esto?
En constructos humanos, tenemos muy claro la diferencia entre decisiones propias, y que nos «obliguen». En otras palabras, sabemos diferenciar muy bien qué es realmente autocontrol y moral, y qué es control externo que ejercen sobre nosotros. ¿Robarías el pan al tendero sabiendo que nadie te observa? ¿Irías a 75km/h por esa linea recta que tienen un radar a 70km/h? Y si no hubiera radar, ¿podrías llegar a ir en algún momento a 75km/h?
Efectivamente, lo tenemos muy claro. Ahora bien… llega el mundo del perro, y nos liamos un montón.
¿Por qué? Por toda la información que hemos ido recibiendo del adiestramiento de la vieja escuela, programas televisivos, internet, dominancias….
Y nos empiezan a decir que «para que el perro esté tranquilo, pídele un SIT». Y para que el perro deje de tirar, «pídele un TUMBA». Y para que el perro no coja comida de la mesa, «pídele un QUIETO». Y así sucesivamente, con el discurso de trabajar SU autocontrol.
Sin embargo…
No es lo mismo que un perro decida ignorar a otro perro a la distancia, que le «ignore» por temor a la corrección que vendrá después.
No es lo mismo que un perro se quede tumbado descansando mientras los humanos comen en la mesa, que se pase toda la comida sentado y babeando por una miga de pan que se caiga al suelo.
En el primer caso, si nos levantáramos a por un vaso de agua, la comida seguiría ahí al volver. En el segundo caso, es posible que nos llevemos una sorpresa si nos ausentamos.
En otras palabras, si el perro «te necesita» para «no hacer» algo, querid@ amig@… no es autocontrol, sino CONTROL.
¿Es más fácil y sencillo? Por supuesto.
¿Es mejor a nivel emocional, relacional, autoestima, confianza, seguridad….? Me temo que no.
No pretendo cambiar vidas con este post, pero si abrir un pequeño espacio de reflexión en el que pensemos si realmente el perro está eligiendo, o estamos ejerciendo control. Y ya sería la guinda del pastel, si pudiéramos reflexionar sobre qué cambios podríamos hacer en esas situaciones para mejorar su vida y nuestra relación.
Te leo en comentarios 🙂